El neoliberalismo deja sentir su pisada en Tecomán
Jesús Cortés Cuevas
Josué De la Vega M
Miembros de Bloque Popular
El neoliberalismo representa la práctica de ideas económicas desregulatorias y de violencia política, vio la luz en 1973 con el golpe de Estado en Chile al gobierno socialista de Salvador Allende, elegido popular y democráticamente en 1971; al poco tiempo muchos de los países asentados en el cono sur vieron con miedo la llegada de dictaduras militares. La periodista Naomi Klein señala en La Doctrina del Shock que, las políticas económicas neoliberales han sido impuestas en países de libre mercado con el uso de técnicas de la psicología social, ya sea que echan mano de catástrofes naturales o implantando el terror con golpes de estado.
El neoliberalismo es una fase del desarrollo capitalista organiza al todo social, entre sus principios básicos plantea cargar la balanza en el factor económico limitando al Estado a una posición de observador que lleva a la desregulación económica, que se manifiesta en la flexibilización de las relaciones laborales, que favorece los despidos, la pauperización y precarización de las condiciones de trabajo. Políticamente, tiene una actitud conservadora que limita la capacidad del ciudadano a participar en los procesos que involucran a la polis, es decir, a la actividad fundamental de los “ciudadanos libres”: los procesos electorales, sin que obstaculicen la marcha del comercio y de la industria.
Como fase, los valores económicos de igualdad y libertad son impuestos desde la alta esfera política y descienda al estrato social más bajo. El neoliberalismo reorganiza a la sociedad y en ese contexto, la autoridad política asume el papel que le corresponde en la mecánica económica para favorecer el desarrollo capitalista. Una de las consecuencia de un Estado debilitado se manifiesta en la nula figura del municipio; en su papel gerencial, asume el rol de gestor de los intereses del capital otorgando protección a la inversión privada, que justifica con el discurso de la generación de empleos, mientras la rentabilidad privada es explicada como resultado de una compensación a quien arriesga su dinero. En los conflicto entre el capital y los intereses públicos, toma posición del lado del inversionista; no tiene problema en privatizar los activos públicos para favorecer a este.
Desde la década de los 60s, Colima se ha caracterizado por tener un impulso económico mayormente agrícola con una baja actividad industrial, esta dinámica se mantuvo entrados los años 90s, lo que le hizo ganar el apodo al municipio de Tecomán de la chequera verde del Estado de Colima. El desarrollo agrícola permitió que la burguesía agrícola fuera en la formación social regional la clase hegemònica que impulsó un desarrollo más o menos sostenido, hasta que fue afectada por el neoliberalismo, de manera que dejó de ser entonces la chequera verde para convertirse en una escena de algún western: la precarización, el desempleo y los bajos salarios, fenómenos que dieron paso a los problemas que hoy la afectan gravemente, que se combinan con problemas que viven la mayoría de los municipios del país: inseguridad, alto índice de consumo de drogas y la violencia que ello acarrea.
No podemos omitir la violencia institucional durante el gobierno de Felipe Calderón que inició una lucha contra los cárteles del narcotráfico como un medio de búsqueda de legitimación del fraude electoral del 2006, pero terminó haciéndose extensiva al conjunto de los sectores movilizados, el ejemplo más representativo fue el cierre de la la Compañía de Luz y fuerza del Centro con el consecuente despido de 40 mil trabajadores al margen de la ley laboral, por ser en ese entonces el polo articulador de la disidencia popular contra reformas impulsadas por dicho gobierno. En el campo energético, impulsó la construcción de gasificadoras y construcción de líneas de abastecimiento para surtir al sur de los Estados Unidos, entre esas está la que fue instalada en Manzanillo.
A mediados de 2008 fue anunciada la construcción de la Planta Regasificadora en Manzanillo con la inversión de 700 millones de dólares por parte de un consorcio transnacional (Terminal KMS de GNL), como parte de un proyecto más complejo, que abastecería de gas al sur de los Estados Unidosa y a distintas centrales eléctricas de la CFE, entre ellas a la Central Termoeléctrica de Manzanillo ubicada en el ejido de campos, y según la versión oficial, para reducir las emanación de contaminantes, lo cual, hasta el momento, sigue emitiendo una enorme cantidad de bióxido de carbono, afectando así la salud de los habitantes cercanos.
Posterior a la inauguración, se iniciaron las obras de la red de gasoductos operada por la transnacional Trans-Canada, por lo que fueron colocadas, a lo largo de Colima, tuberías cercanas a núcleos urbanos; en el caso de Tecomán, cruza las localidades de Santa Rosa, Colonia Bayardo, San Martín y La Estación. Ante la preocupación de la seguridad de los vecinos, las acciones de resistencia contra el proyecto fueron encabezadas por el párroco Jaime Palomera, sin que haya surtido efecto la protesta.
El pasado 18 de febrero del presente, se anuncia el inicio de obras de la línea de distribución de gas natural en la ciudad de Tecomán, el ayuntamiento asume su rol de gestor de la inversión privada que lo lleva a que justifique el proyecto con el discurso de la generación de empleos. En la ceremonia de inauguración estuvieron presentes empresarios locales, quienes son los principales beneficiarios de la obra, poniendo sus intereses personales por encima de la seguridad de la población, entre ellos están los dueños de la empresa Citrojugo, quienes tiene un largo expediente de abuso laboral y daño ambiental por el uso de una vialidad como tiradero de desechos.
La obra de la tubería para la transportación del gas se ha tendido sobre una banqueta que comúnmente los vecinos usan como vía recreativa, quienes han externado su inconformidad ante el titular de la administración municipal que pretende reelegirse, Elías Lozano (Morena) quien tuvo, en un momento, la intención de privatizar el agua. Su postura es a favor de los empresarios y la única manera de detener este proyecto es con la toma de las calles. Para Bloque Popular es fundamental que la población organice asambleas periódicamente para conocer la situación y tomar posiciones al respecto. La asamblea es el inicio de su organización, pero ello no es suficiente para detener la obra, es necesario compartir su problemática con otros contingentes en lucha para constituir un frente en defensa de su seguridad y comunidad. Los habitantes de la localidad se pronuncian por: ¡No a la instalación a la línea de distribución de gas natural¡ ¡Por una asamblea de vecinos en defensa del derecho a la ciudad¡ y ¡A constituir un frente contra el neoliberalismo¡